Por Francisco Elias desde rio de janeiro
Hablar de Asiles es siempre tema de interés para todo gallero. El tema compromete tanto al aficionado como a los que se dedican a investigar estas aves fabulosas. Se sabe de ellas que provienen de una región muy extensa donde son conocidos y usados más de 225 dialectos y acoge e una infinidad de castas.
El término
asil, de origen árabe, designa privilegios de nobleza en el más alto grado. Es el noble, el aristócrata por excelencia, el inigualable en todos los sentidos!. La palabra es también aplicada al caballo árabe y al gato sagrado de Burma. Finterbush, definió al
Asil como la máquina d pelea más sólida del mundo. En realidad, los gallos de esta raza son los que tienen los huesos y músculos más compactos. Una "máquina" infernal en fuerza, rapidez y coraje, además de las obstinadas ganas de triunfar siempre, y de rendirse jamás a su oponente. Los primeros ejemplares de Asiles llegaron a Inglaterra a mediados del siglo XVIII y en mayor cantidad en el siglo XIX, y mucho sorprendieron a los criadores locales. Sus performances en los reñideros fueron más allá de las expectativas, a punto de que los asistentes exclamaban: son endiablados; pesan como plomo; saltan como balones.
Esto, entusiasmó de sobremanera a los criadores ingleses, que a todo precio hacían encomiendas de esas aves fabulosas a los comandantes de barcos o a los mismos tripulantes, en una época en que no había sido inventado el avión y en la que un viaje marítimo duraba algunos meses. Así fueron introduciéndose a Inglaterra los combatientes indianos, pero particularmente el
Asil y el Malayo, causaron varias dudas acerca de su identificación, llegando a admitir algunos criadores que el
Asil y el Malayo eran una raza única, lo que significaba un gran error.
Surgieron otras dudas sobre la identificación de los animales que allí desembarcaban, de acuerdo con el lugar de procedencia, pasaban a adoptar el nombre del lugar de origen, como por ejemplo: Calcuta, Hyderabad, Bombay, etc. En realidad, eran todos Asiles, como lo son hasta hoy. Solamente en estatura, peso y postura corporal se diferenciaban pequeños detalles, pero lo ciertos es que todos eran auténticos Asiles. Algunos linajes eran más compactos, de estatura más baja y su peso no iba más allá de 2,500 Kg. Sus credenciales eran también significativas. Provenían de la creación de Nababos y príncipes indianos que para agradar a los políticos y nobles de Inglaterra que dominó gran parte del país hasta mediados del siglo XIX, obsequiaban algunas de las razas más famosas como los Sonatol, Amir-Khan, Rampur y otras. Los gallos de éstas célebres familias, en la mayoría de las veces derrotaban los adiestrados combatientes ingleses y esto creó una verdadera polémica entre los galleros locales, a tal punto que uno de ellos, el Coronel Mordaunt, retó a un desafío a los galleros indianos, liderados por Claude Martín que en esa oportunidad mantenía una buena relación con los aficionados de la región. La confrontación ocurrió en el año 1786, en Lucknow, con la victoria de los gallos de Claude Martín, lo que aumentó aún más su prestigio frente a los nababos indianos. Los resultados fueron inmediatos y se convirtió en la importación más destacada de Asiles en varios lugares de la India, inclusive llegando hasta los renombrados Rajh Murgh (gallo de rajá), como el de los linajes Sonatol, Amir-Khan, Kalkatiya, Rampur negro, siguiendo varias normas, como las del criador Herbert Aktinson que mantenía su criadero en territorio indiano.
¿Son auténticos?
Estos animales, hasta hoy en día son publicados en revistas norteamericanas. No creo que sean auténticos, debido a que transcurrieron más de 100 años de su aparición y sería casi imposible mantenerlos puros por tanto tiempo. Una excesiva consanguinidad los llevaría a un final verdaderamente triste. En el libro Murgh Nama, escrito por Nawab Yar Muhammad Khan, el autor define las características del gallo combatiente
Asil como el de las mejores castas, a los de piernas blancas, ojos blanco perla o ligeramente amarillentos con ranuras rojas no muy marcadas. La cresta mediana, pico largo, fuerte y torcido con dos surcos laterales. Las narices anchas, el cuello muy largo con huesos fuertes y redondeados. La cola debe mantenerse hacia abajo con plumas cortas. En las partes descubiertas del cuello, en el encuentro de las alas y alrededor del pecho debe presentar una piel rugosa y de color rojo oscuro.
El canto, como en la mayoría de las aves de riña es corto y muy agudo. Se menciona, en el Murgh Nama, que los mejores Asiles son los que se encuentran en las regiones montañosas de Deccam y de Hyderabad, pero existen también otras razas muy conocidas. En su obra "The
Asil game fowls of India", Paul E. Pieris Deraniyagala, de Sri Lanka, clasifica el
Asil en dos clases: Pesados (arriba de las 6 libras). Hyderabad - cola con brillo bronceado. Se encuentran en Deccan. Peso de 8 a 9 libras. Sheik Buddhu - pesa menos que el Hyderabad. Se encuentra en la región de Sind. Pelean retrocediendo. Peso de 6 a 8 libras. Semi pesados (debajo de las 6 libras). Reyza ou reyja - gallos de 4 a 6 libras criados en la región de Deccan y en las provincias del centro de la India. Jadhi - gallos de 4 a 6 libras comunes en Tanjore. Masil - Aunque las letras están cambiadas es un tipo de
Asil criado en Bengala. Según Paul Deraniyagala existen varias características para identificar a esta o aquella variedad y las más comunes son:
Tikar - cresta de nuez. Gulovery - ave copetuda. Kalkatiya - gallos con espuelas negras. Siyah - negro. Nuri - blanco. Lakhori - rojo oscuro. Lakha - gallos del norte de la India, rojo rubí. Yakuth - gallos del sur de la India, rojo rubí. Pila - amarillo oscuro. Kesariya - amarillo oscuro. Jawa - gallos plateados o alas de pato. Do-baz - gallos de huesos largos, pantorrilla talón. Chita-Margh - gallos con pintas o manchas. Gul-i-khivar - color difícil de identificar.
Las familias principales pueden ser identificadas como: Amir-Khan, Sonatol, Patti-tuta, Shir-za, kaptan. Behengam y Dudhia-java, pero también otras podrían ser consideradas, aunque en un plano inferior, no obstante su alta calidad. Los gallos de gran estatura son llamados kulangs. Los criadores de la India y Pakistán afirman que los colores más conocidos para los gallos son el negro-amarillo y el negro totalmente.
Los blancos, plateados, amarillos, con pintas y grisáceos son los de menor resistencia y sus fuerzas disminuyen después del primer día de pelea cuando luchan bajo el sistema Dorah-Dirza, que lleva de 3 a 4 días, con una duración de 8 a 9 horas y con las espuelas cubiertas con tiras de cuero.
TRATAMIENTO
La preparación física de un gallo
Asil en la India, en la época de los Marajás, era muy lenta y llena de particularidades. Cada ave era entregada a un entrenador (ustad), que lo acompañaba todo el día. Su alimentación era muy compleja y requería de mucha experiencia por parte de su tratador. Para que se tenga una idea de los ingredientes de una ración, para proporcionar a los gallos fuerza, vigor y resistencia, basta destacar que entre muchas especierías nativas, los indianos incluían nueces de pistacho, almendras, pasas, pimienta malagueta roja, yemas de huevo, harina de garbanzo, jengibre, trigo, manzanas, membrillo, ámbar y hasta opio. Esta complicada mezcla se menciona en el Murgh-Nama. Si no se usaban vitaminas, sales minerales y otros nutrientes, se debía a que en el año 1883 aún no habían sido descubiertas. Cuando los gallos comienzan a entonar los primeros cocorocó, pasaban a ser alimentados con BAJAR, esto es, espiga de maíz humedecida y molida, sin embargo, también hay otros alimentos que integran su ración diaria. El Murgh-Nama tiene consideraciones sobre determinadas características relacionadas al desempeño de los gallos. Por ejemplo: un gallo de cresta caída será un esporeador de mucha fuerza, un gallo de cresta pequeña será muy rápido y activo en la pelea. Uno de cresta grande y mirada arrogante golpeará con mucha fuerza. Una cresta de bola corta y baja, con papada pequeña y orificios anchos será muy rápido y activo. Es la llamada sabiduría indiana, llena de misticismos y enseñanzas milenarias que a través de los tiempos llega a nuestros días destinadas a los gallos de riña para consideración y juzgamiento de las generaciones de galleros y criadores.